lunes, 26 de noviembre de 2012

No soy bipolar

Teo dice constantemente "no soy bipolar". Dice que siempre ha sido un poco acelerado, alegre, que a veces se enoja, pero nunca se ha deprimido, nunca ha sido negativo. Hasta hace poco no había sufrido nunca de ansiedad, ni de estrés, no es obsesivo, no tiene trastornos, casi siempre duerme como piedra. Entonces, dice, no soy bipolar.

Es verdad. Por lo que ambos hemos aprendido del TB no podríamos decir que Teo es bipolar a ciencia cierta, pero sí que es un poco hipo y ciertamente que sufrió una manía con psicosis. Eso me hace pensar que a veces las etiquetas son vicios, como lo son los prejuicios.

El mundo de las enfermedades mentales es tan complejo, los psiquiatras y psicólogos saben tan poco y los trastornos son tan difíciles de caracterizar. A veces pasa, como con Teo, que la etiqueta pesa demasiado.

Pienso que si el psiquiatra no hubiera etiquetado a Teo como Bipolar tipo I el trauma hubiera sido menor, quizás el tratamiento hubiera sido más fácil de seguir y cumplimentar. Pero al mismo tiempo, cuando todo pasó, estábamos desesperados por saber el diagnóstico ¡¿qué le pasó a mi esposo, Doctor?!

Así que decidí no etiquetar a mi Teo, él es lo que es. A lo mejor un día vuelve a tener una crisis y entonces nos enfrentaremos al problema de otra manera. Por lo pronto, no puedo hacer más que apoyarlo, cambiar el chip: Teo no es bipolar hasta que se demuestre lo contrario.

Sé que muchos pensaran que no es lo correcto, que quizás debería seguir insistiendo en el tratamiento preventivo, que una recaída podría ser de consecuencias nefastas. Lo cierto es que no estamos cegados. Elegimos: elegimos quedarnos con la yoga, la homeopatía y la psicoterapia, con la rutina sana, elegimos procurar la felicidad en nuestras vidas y alejarnos completamente de los vicios, estar atentos a nuestro ánimo y a nuestro cuerpo, amarnos y cuidarnos mutuamente. Y creemos que eso es suficiente para evitar una nueva crisis.

No todos somos iguales, no todos necesitan las mismas dosis, no todos manifiestan el TB con la misma intensidad. Entonces tenemos el derecho de encontrar el tratamiento más equilibrado, y por lo pronto, para nosotros, eso significa eliminar los fármacos.

Teo no es tonto. Sé que si las cosas no funcionan abrirá nuevas puertas, porque antes que cualquier cosa, él es un hombre que no sabe estar mal.

Ya lo sabrán aquí mismo, si esto de renunciar a la alopatía ha sido un error. Pero por mi salud quiero pensar que no lo es. Ya les iré contando.

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