domingo, 20 de mayo de 2012

De los "cómo"

Aún no sabemos bien cómo será la vida después. A mí me va mejor el optimismo: que Teo es razonable, que yo soy razonable, que los dos nos amamos, que él es fuerte. Pero la incertidumbre quema. Se supone que uno debe abrazarla, a la incertidumbre; abrazarla y esperar que la vida sea vida después de todo. Es lo único que quiero: vida. Sé que no sirvo para sufrir, ni él, y confío en que eso nos servirá.

Teo a veces se queda en blanco. Aún no sé si es la somnolencia, un dejo de manía o psicosis o que está asimilando todo. Ayer se quedó mirando fijo la palmera del jardín y me dijo “estaba seguro de que me podía transformar en ella”. El caso es que Teo no es de esas personas que les guste perder y quizás sienta que perdió, que la manía le ganó la jugada de la razón y en un parpadeo pudo perderlo todo, absolutamente todo.

Por lo pronto sabemos que tenemos que estudiar mucho, pensar en estrategias, planes de acción, check-lists para monitorear desajustes del ánimo, negociar dosis con el psiquiatra, intentar llevar la vida más saludable que podamos y abrazar esa salubridad como una nueva libertad. Malamente, a veces esa higiene de vida a la que de pronto hemos sido dispuestos pareciera una condena; nada de borracheras con los colegas; los desvelos, con cuidado; los viajes trasatlánticos, mejor pocos... Pero esa condena parece tal sólo porque nos lo ha impuesto “el destino”, porque no la hemos elegido. Qué de malo puede haber en dejar todo tipo de drogas, en cultivar el cuerpo y la serenidad del espíritu. Al contrario, eso debería darnos una libertad nueva, una a la que tontamente habíamos dado la espalda. Nuevos contextos dan nuevas libertades.

No puedo decir que todo me parezca positivo en este nuevo camino que se me presenta, lo cierto es que no lo sé. Temo que su manía vuelva exponencialmente y no pueda defenderme de ella. Sé que Teo nunca me lastimaría, pero cuando llegó la manía se llevó a Teo, a mi hermoso Teo. Lo único que se me ocurre es tener siempre a la mano un plan b, c, d… Él me dice que confíe en que nunca volverá a pasar, que él no permitirá que eso le vuelva a ocurrir, pero ¿hasta qué punto se puede mantener el control?, ¿cuál es el punto de no retorno?, ¿cómo? Además, está el lado oscuro de todo esto: ¿Teo tendrá depresiones? Hasta ahora no ha tenido ni una, de hecho, nunca en su vida ha estado realmente deprimido… ¿cómo hacer si se presenta?, ¿cuándo?

Bien, pues, trabajemos en el “cómo”.

2 comentarios:

  1. Querida Kiki: no te conozco, pero puedo sentirte a través de lo que escribes... yo soy bipolar desde hace muchos años. Por lo que dices, no necesariamente tu chico es bipolar. Ahora bien, si lo fuera, hay personas que tienden más a la manía que a la depre, y pueden manifestar una o dos depresiones en su vida. No hay que angustiarse, ahora te angustias porque lees mucha información, cosa que está muy bien siempre y cuando le pongas un poco de distancia. Por cierto que hay un buen libro en inglés "Loving someone with bipolar disorder" de Fast Preston, que básicamente da herramientas útiles para ir sobrellevando lo mejor posible la situación.
    Vuelve a ti misma, a tus intereses, a hacer lo que te gusta, no lo sobreprotejas... no vivas pensando en que eres su cuidadora. Eres su compañera, lo amas (ambos deben ser personas extraordinarias), regresen lo antes posible a su vida de antes y cumplan sus rutinas de medicamentos, yoga, etc. pero sin obsesión, sin presionarse. La vida les pone un reto fuerte, pero el reto más grande es lidiar con esta condición sin pensar en ello. Aceptándose y por sobre todas las cosas amando con gratitud cada experiencia de su valiosa vida, ésa es la medicina más efectiva para la bipolaridad.


    Con cariño, Atimaya

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    1. Querida Atimaya,

      Gracias por tu comentario y por tu blog. Tus palabras me tranquilizan y las aprecio mucho. He tratado de volver a mí misma, pero lo cierto es que la yo que era no es la misma después de todo esto... así que será un pelín más complicado.
      Tu blog nos ha servido mucho a Teo y a mí. Teo no es lector de blogs, pero yo le refiero lo que voy investigando y siempre encuentra útil las cosas que saco de "Trastorno bipolar y crecimiento".

      Un abrazo grande.

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